¿Has notado alguna vez que las gatas recién paridas cambian constantemente de lugar a sus crías? Este es un fenómeno muy frecuente en los felinos, y los gatos domésticos no escapan a este instinto natural.
Sabemos que los felinos son animales muy desconfiados y temerosos. Puede parecer contradictorio ya que su actitud de independencia los hace parecer que tienen todo bajo control.
Si quieres conocer un poco más acerca de este comportamiento y, sobre todo, qué hacer en estos casos con tu gata y sus crías, hemos creado una recopilación con la información que te puede ser útil. No te la pierdas.
Protección y Cuidado
A menudo las gatas deciden cambiar de lugar a sus hijos recién nacidos o esconderlos en un sitio remoto. No son casos aislados, es totalmente normal, así que no te sientas mal si tu gata no ha elegido el nido que le preparaste como el lugar para criar a sus pequeños.
El instinto de protección es el primero que desarrollan los animales y, si hablamos de mamíferos, estos elevan el significado de esa palabra al mil por ciento.
Las gatas, cuando sienten que se acerca la hora de parir, buscan el mejor lugar para dar a luz. Una vez ya han nacido sus crías no bajan la guardia, al contrario: las gatas se mantienen alerta ante cualquier fuente de peligro.
Los mamíferos son además muy cuidadosos con sus cachorros. Por el simple hecho de amamantar a sus crías, las madres suelen querer tenerlas cerca todo el tiempo para, además de alimentarlos, acicalarlos y vigilarlos. El instinto maternal en los felinos está muy desarrollado.
En el caso de las gatas, se les suma el instinto territorial por lo que suelen sentirse incómodas o inseguras si sus crías pasan mucho tiempo en un mismo sitio.
Las gatas salvajes mueven a sus gatitos si creen que están a merced de un depredador y las domésticas lo hacen por protección y cuidado. Por esta razón podrás notar que suelen meterlos en un armario, en el jardín o debajo de la cama durante períodos cortos de tiempo.
Otra razón por la cual las gatas son tan sobreprotectoras, es porque los gatitos nacen ciegos y sordos, así que la madre se convierte en la única vía de sustento durante los primeros días de vida.
Además de darle todo lo necesario para la supervivencia, también los enseña a comer, jugar entre ellos, morder y arañar. Durante los primeros tres meses después del nacimiento la gata pasará la mayoría del tiempo con ellos en el nido.
Es por ello que el nido debe ser escogido siempre por la gata, así evitaremos que cambie de lugar a la camada constantemente.
Razones para cambiar de nido
- Los gatitos crecen muy rápido y necesitan un nido más grande
- La gata siente que hay peligro alrededor
- Hay mucho ruido o luz en la habitación
- No se siente cómoda con las personas, las ve como una amenaza
- Es primeriza y está nerviosa
- El nido se ha impregnado del olor de los gatitos y la gata considera que puede atraer a depredadores.
¿Qué hacer si mi gata ha parido?
Para no aumentar el nerviosismo de la gata, sobre todo si es primeriza, trata de no acercarte mucho a los recién nacidos durante los primeros días. Tampoco permitas que los niños los cojan y, de ser necesario manipularlos, lávate muy bien las manos antes de tocarlos ya que los gatos poseen un sistema inmunológico muy pobre al momento de nacer.
Se recomienda manipularlos como muy pronto después de la segunda semana de vida y solo si la madre lo permite ya que esto ayuda al proceso de socialización. Ella querrá estar vigilante en todo momento y muy cerca de sus crías, respeta eso. Si notas que la madre se inquieta, no lo intentes.
Encárgate de tener todo limpio, la comida, agua y arenero en su lugar. Así la madre se sentirá más segura y bajará los niveles de estrés. También asegúrate de que el nido esté seco y sin corrientes de aire ya que la camada no puede controlar la temperatura.
Así como los humanos son fuente perturbadora, otros animales también lo son. No permitas que otras mascotas de la casa se acerquen al nido, al menos durante las primeras semanas de vida.
Traslado seguro
Aunque te parezca un poco peligroso, el método que utilizan las gatas para trasladar a la nueva camada de lugar es totalmente seguro.
Las madres agarran a los cachorros por la piel excedente del cuello ya que es un método fácil y rápido. No te preocupes, es totalmente indoloro.
Además de ser seguro, este tipo de traslado es totalmente natural ya que los gatos poseen receptores en esta parte del cuerpo que lo calman, hacen que encojan sus patas y colas para facilitar el proceso.
No interactúes con la nueva camada después del último traslado o generarás otro nuevo movimiento en poco tiempo.
Mi gata me trae a sus cachorros ¿Qué hago?
Para las gatas, la seguridad de sus cachorros es lo primero. Puede que, ante una posible amenaza, la gata prefiera que su dueño la cuide. Eso refleja una profunda confianza hacia su cuidador.
En estos casos, que no suelen ser los más comunes, le toca al tutor buscar un lugar donde todos se sientan a gusto o, de lo contrario, la gata podría optar por abandonar a los cachorros.
Puedes empezar por colocar el nido en un lugar tranquilo pero que esté cerca de tu vista. Para la gata será como que si tú estuvieras vigilante y ella se sentirá más segura.
Otra de las razones por las que la gata te confía a sus cachorros, es que se ha vuelto dependiente de ti. Aunque este es un caso que no siempre ocurre, algunas gatas han desarrollado un nexo tan fuerte con sus dueños que prefieren que ellos críen a sus hijos.
¿Cuándo dejará el nido la gata?
Puede que se confunda el hecho de trasladar a la cría con abandonarlos. La diferencia radica en que cuando una gata decide alejarse de la camada, no regresa ni se hace cargo de los cachorros. El momento para dejar a sus hijos lo decide ella, aunque por lo general, la gata se separa de sus crías a las tres semanas de vida, que es más o menos el tiempo que dura el amamantamiento y comienza el destete.
Si piensas dar a los cachorros en adopción, comienza a darle comida sólida humedecida para que poco a poco se vayan desprendiendo de la madre y ella alejando de ellos.