Se sabe que los felinos pueden estar varios días sin comer. Aunque no es lo ideal, los gatos también tienen un gran instinto de supervivencia que pueden desarrollar cuando están en estado salvaje y que les permitirá vivir sin alimentarse.
Sin embargo, todo depende de la edad, raza y condiciones del hábitat donde se desenvuelve el felino. Entonces, ¿qué pasa cuando están bajo nuestro techo? ¿qué hay de los gatitos que siempre han vivido bajo el cuidado de los humanos? ¿puede enfermarse si pasa mucho tiempo sin ingerir algún alimento?
Te resolvemos estas dudas a continuación, con la información más relevante que hemos recopilado para ti.
¿Cuántos días puede aguantar tu gato sin comer?
La respuesta es tajante: Un felino puede estar hasta un máximo de 3 semanas sin ingerir alimento.
Un gato sano y adulto puede soportar todo ese tiempo sin presentar ningún síntoma de enfermedad por desnutrición. Y es que los felinos son expertos en ocultar sus debilidades, para ellos la supervivencia es fundamental e instintiva.
Sin embargo, la capacidad de los gatos para vivir sin alimentarse durante largos plazos de tiempo puede variar y, de hecho, puede que el cuerpo del felino comience a presentar fallas en cuanto lleve una semana sin ingerir nada.
Por ejemplo, unos gatitos lactantes no pueden pasar todo ese tiempo sin comer, de ser así morirían en un par de días, -e incluso en cuestión de horas- así que todo depende de diversos factores.
A continuación, te exponemos algunos aspectos que afectan a esta capacidad de los gatos de aguantar sin comer:
- La edad es muy importante ya que, si son muy pequeños, no deberían pasar más de tres horas solos, y si son muy ancianos tampoco, ya que con el tiempo se vuelven más dependientes de sus dueños.
- La alimentación seca contribuye a que el tiempo que pueden estar sin ingerir alimentos se alargue, al contrario de la húmeda, ya que la devoran en un periquete y las heces suelen ser más blandas.
- El clima cálido suele contribuir a una deshidratación más rápida
- La procedencia hace que los gatos callejeros aguanten más tiempo sin comida que los gatos domésticos, ya que están acostumbrados a vivir en un ambiente más hostil.
Lo mismo sucede con el agua. Al igual que pasa con los humanos, los felinos pueden soportar más días sin comer que sin hidratarse. Sólo bastan un par de días para que mueran deshidratados. En tan solo 48 horas sin tomar agua, las consecuencias se vuelven graves. Es tan peligrosa la falta de agua que aun cuando un gato se alimente, si no bebe suficiente líquido, puede llegar a enfermarse. Si notas que tu gato lleva más de 24 horas sin tomar líquido, ofrécele agua.
¿Qué pasa en el organismo de un gato que no come?
Tal y como sucedería con cualquier animal, el organismo de un gato sufre consecuencias graves si ha estado privado de alimentos durante un largo periodo de tiempo.
Debido a que la alimentación felina está basada en proteínas, lo primero que pierde su cuerpo es grasa y músculo, por ello el letargo y el bajo peso son las principales consecuencias de la anorexia. Luego, el hígado comenzará a fallar y la insuficiencia hepática aparecerá.
Si el felino presentaba sobrepeso, puede que se produzca una lipidosis hepática ante la falta de alimentos, cuando este cambio ha sido brusco. Esta enfermedad se refiere a una acumulación de grasa alrededor del hígado que impide su correcto funcionamiento.
¿Qué hago si mi gato no quiere comer?
Un gato que no come es sin duda un gato enfermo. Por lo general, en gatos enfermos la falta de apetito viene acompañada por vómitos, diarrea, letargo o hinchazón abdominal. Si esto sucede, no dudes en acudir al veterinario ya que es muy probable que tu mascota tenga algún problema que deba tratar un especialista.
Por otra parte, los gatos son animales muy sensibles emocionalmente. La falta de apetito no suele estar causada por una dolencia física, sino que las enfermedades psicológicas les afectan tanto o más. Si tu gato está sano y no tiene ninguna enfermedad física pero no come, piensa si ha cambiado recientemente hogar, si ha llegado un nuevo miembro a la familia o si ha habido alteraciones en la rutina del hogar.
Ahora bien, si ya apareció la anorexia, debes actuar. Tu papel será llevarlo al médico de inmediato para que lo alimenten a través de una sonda. Puede ser que requiera hospitalización hasta que se estabilice. Como ya te comentamos anteriormente, lo que hará el veterinario es tratar de detectar la causa de la falta de apetito.
Si el problema es del tracto digestivo, es normal que el gato no quiera comer. Lo mismo ocurre si el problema está relacionado con la boca o dientes. Quizás el rechazo se deba a un cambio de alimentación. En fin, las causas son múltiples y deberás averiguarlas lo más pronto posible.
Si el veterinario diagnostica que la anorexia se debe a un factor emocional, deberás implementar cambios en la rutina para adaptarla al felino y así mejorar sus condiciones de vida.
Por otro lado, si la falta de apetito se debe a que tras un cambio en la alimentación resulta que no le gusta la comida nueva, deberás ir incorporando pequeñas cantidades de la comida nueva en la comida vieja e irla incrementando paulatinamente, así estarás camuflando el sabor hasta que se acostumbre.
¿Cómo alimento a un gato que no quiere comer?
Alimentar a un gato que no quiere probar bocado es una labor muy complicada. Tendrás que armarte de paciencia e intentarlo siguiendo algún truco que te pueda ayudar.
Si la falta de apetito se debe a un cambio de alimentación, un truco es que ofrezcas a tu gato platos con mucho sabor y calientes. Estos platos desprenden más olor y son más apetitosos.
Si el problema es del tracto digestivo o dental, deberás cuidar la dieta de tu gato. Empezar con una papilla o paté está bien. En este mismo orden de ideas, si la dieta debe ser líquida, tendrás que apoyarte en una jeringa para que le introduzcas el alimento directamente a la boca.
La solución más efectiva te la dará el veterinario después de la evaluación.
Consejos finales
- Presta atención a los cambios de conducta de tu felino.
- Si han pasado más de tres días de inapetencia, el gato empezará a perder masa muscular y a adelgazar rápidamente, así que no dejes el correr tiempo.
- Si lo estás alimentando con jeringa, no olvides que debes hacerlo por un lateral de la boca y muy despacio, así evitarás que la vomite.
- Mantén una fuente de agua fresca y limpia cerca del gato para invitarlo a que la beba.
- Recuerda que cualquier tipo de ayuno debe ser autorizado y supervisado por un veterinario. Pueden ser muy peligrosas estas prácticas si se toman a la ligera.
- Agrégale agua a la comida enlatada, así lo hidratas a la par que lo alimentas.
- Cambia los cuencos dónde le pones la comida. Puede que algo le desagrade y lo demuestre rechazando la comida.
- Si no le gusta el nuevo menú, coloca un poco de comida húmeda en la nariz o en una pata para animarlo a que se limpie. De esa manera la irá aceptando más fácilmente ya que reconocerá su sabor.
- Si el gato está convaleciente, dale caldos caseros, así lo hidratarás al mismo tiempo que lo alimentas.
- No añadas sal, azúcar o cualquier otro condimento a las papillas, paté o comida casera, podrías estarlo enfermando sin darte cuenta.
- Por último, pero no menos importante, mantén una estrecha relación con tu veterinario y ante cualquier duda acude a él para que te asesore.