Mi gato es asustadizo ¿Por qué? ¿Qué debo hacer?

Detrás de la aparente indiferencia e independencia que destilan los gatos en su andar, hay mucha inseguridad y temor a lo desconocido. 

Los gatos son animales muy desconfiados y se asustan con cualquier estímulo inesperado. 

Las causas de esta ansiedad tienen que ver tanto con la genética como con la socialización que hayan tenido desde cachorros. Para los gatos, los traumas no son cosa de juegos y pueden llegar a enfermarse fácilmente si algo les ha causado miedo. 

Si crees tener una mascota asustadiza, sigue leyendo para que descubras las posibles razones por las cuales tu felino se siente así y cómo puedes ayudarlo a superar ese trauma. 

¿Cómo saber si mi gato está asustado? 

Primero lo primero. Debemos determinar qué es lo que sucede con nuestro felino. El primer paso es asegurarnos de que lo que lo está afectando sea verdaderamente temor a algo. 

Veamos algunas actitudes que te podrían servir como guía para determinar lo que está pasando con tu gato: 

  • Se esconde: aunque es común que los gatos se aíslen y se escondan, esto solo sucede por cortos períodos de tiempo. Recordemos que los gatos son seres independientes y necesitan tener su espacio. Muchas veces se esconden para evitar el contacto con los humanos u otros animales. Sin embargo, si tu gato se esconde bajo la cama, mueble o cualquier otro espacio constantemente y bufa o gruñe cuando intentas acercarte, algo malo está sucediendo. 
  • Cualquier acercamiento lo considera una amenaza: si notas que tu gato se eriza ante cualquier estímulo y muestra una postura de alerta constante, es hora de que pienses en que tu gato quizá está asustado. 

El lenguaje corporal del felino también nos puede mostrar algunas señales, tales como: 

  • Pupilas dilatadas 
  • Bigotes rígidos 
  • Orejas aplanadas 
  • Espalda encorvada 
  • Te muestra los dientes 
  • Gruñe o bufa 

¿Por qué mi gato se asusta tan fácilmente? 

Debemos aprender a diferenciar a un gato tímido de un gato temeroso para así poder ayudarlo. 

La principal fuente de perturbación en los gatos es una nula o fallida integración social. El hecho de que un felino no haya estado con personas cuando eran cachorros genera una desconfianza muy difícil de erradicar. 

Tomemos en cuenta que, si la etapa de socialización no fue correcta, siempre será un gato temeroso de los humanos. Esto sucede con los gatos silvestres o callejeros que, en algunos casos, nunca logran integrarse por completo a su nuevo estilo de vida en el hogar.  

Hay que recalcar que un a un gato silvestre no se le debe obligar a vivir con humanos ya que podrían enfermarse por vivir con miedo constante. 

Por otra parte, puede ser que, aunque el proceso de integración haya sido satisfactorio, algún evento posterior como maltratos o golpes pudo haber desencadenado un trauma que le impide confiar en las personas.  

Hay que tener en cuenta que, si esos eventos se dieron en los primeros meses de vida, es probable que el gato quede traumatizado para siempre. Cuando ha sufrido persecuciones y masacres de adulto, se convertirá en un gato agresivo y violento. 

El carácter del gato también influye en su comportamiento y en muchos casos la genética juega un gran papel. No todas las razas son dóciles y algunas son más ariscas que otras y eso puede hacer que sientan mayor o menor grado de miedo ante los estímulos. 

Por otro lado, al ser animales territoriales, cualquier cambio en el entorno puede generarles pánico y alterar su comportamiento.  

¿Cómo actuar ante un gato con miedo? 

Para poder acercarte a un gato asustado, deberás valerte de algunos trucos, así podrás ayudarlo sin salir lastimado. 

Lo primero que debes hacer es mantener la calma. Los gatos son muy buenos percibiendo las emociones. Háblale con cariño e invítalo a que se acerque a ti. Intenta atraerlo con una golosina o un poco de comida. Utiliza un tono de voz suave. Los gatos reaccionan mejor a los sonidos agudos y bajos que a los fuertes. 

Si notas desinterés, déjalo en paz. Es posible que dé una vuelta y regrese. No lo acoses. Si el gato se aleja de ti y no quiere que lo toques, no lo obligues.  

No lo desafíes. Si te colocas frente a él mirándolo a los ojos, seguramente recibirás un ataque de vuelta. Míralo a los ojos, parpadea varias veces y luego desvía la mirada, no la mantengas fija. Y es que para los gatos esto de mirarlos fijamente no lo llevan bien. Para ellos puede ser un momento intimidante que no asimilan adecuadamente. 

Agáchate. Verlos desde arriba los puede hacer sentir indefensos. Además de no mirarlo de frente, ponte a su altura y acércate de lado, como si en realidad lo estuvieras ignorando. Róndalo en lugar de acercarte de frente. 

Con los felinos debes tener paciencia y respetar sus decisiones ya que si se encuentran ante una situación forzada será mucho más difícil que los gatos se adapten. 

¿Cómo puedo ayudar a que mi gato se le quite el miedo? 

Si te has convencido de que tu gato está asustado y necesitas ayudarlo a retomar la confianza, hay una serie de pautas que puedes seguir para lograrlo. 

  • Comparte tiempo con él. Para afianzar los lazos, lo mejor es que juegues un rato a diario. Busca los juguetes que le inciten a la curiosidad y al movimiento. 
  • Prepara su lugar de cobijo. Crea un ambiente ideal que no lo sobrecargue de estímulos, ruidos exagerados u otros animales molestos. Coloca allí todo lo que necesite para sentirse a gusto como agua, comida y arenero. Ya verás que poco a poco se irá relajando. 
  • Preséntale a todos los miembros de la familia. Haz que el gato reconozca a cada uno de los integrantes del hogar, ya sean humanos o animales. Debes tener en cuenta que los gatos son territoriales, por lo tanto, compartir espacio con otros no es muy fácil para ellos. Dale tiempo. 
  • Prepara una rutina para la comida, juegos y aseo. A los gatos no les gustan los cambios, por lo tanto, ser lo más riguroso posible con el horario lo puede hacer sentir seguro y nada ansioso. 
  • Aplica difusores de feromonas sintéticas para que se sienta a gusto en el hogar. 
  • Coloca espacios donde pueda subirse y observar todo lejos de la gente. Eso le derá más confianza. 

Consejos finales 

  • Vigila los niveles de ansiedad ante cualquier estímulo nuevo o ante cualquier miembro del hogar, de esa forma puedes descubrir quién o qué es el agente que desata el miedo y así poder corregirlo. 
  • No olvides que el gato es quien manda. Debes adaptarte a sus necesidades, tiempo y deseos o sino conseguirás el efecto contrario. 
  • Seguramente avanzará más rápido con los miembros del hogar que con los visitantes. Es normal, él se tomará su tiempo y dará el paso cuando se sienta listo.  
  • Si tienes visitas durante el proceso, explícale las pautas a seguir para que no se pierda todo lo que has avanzado debido a un paso mal dado, o de lo contrario, tu gato retrocederá y será muy difícil reestablecer la confianza. 
  • Si ya has probado ambientar adecuadamente el entorno de tu gato, les has suplido sus necesidades básicas y aun así no logras sacarlo del pánico en el que está sumido, te recomendamos que acudas a un especialista que te proporcionará las herramientas terapéuticas para ayudarlo. 
  • Paciencia, amor, juegos y comida son las claves para hacer sentir seguro a tu gato, no lo olvides. 

Deja un comentario