¿Los gatos pueden comer pan?

Para tener a un gato feliz y sano una de las cosas más importantes es asegurarse de que el felino sigue una dieta sana y equilibrada. 

Las proteínas deben ser la base de la alimentación de los felinos. Los aminoácidos que poseen las proteínas son necesarios, entre otras cosas, para el adecuado desarrollo cognitivo y muscular de los gatos.  

En promedio, los humanos necesitan 9 aminoácidos esenciales. Sin embargo, los gatos necesitan al menos 11. Además, el organismo de los gatos está preparado para trabajar en base a una dieta carnívora, extrayendo todos los nutrientes que necesitan de las proteínas de la carne. 

¿Qué sucede entonces cuando consumen otro tipo de alimentos como, por ejemplo, pan? ¿Pueden disfrutar de una alimentación equilibrada sin necesidad de consumir proteínas?  ¿Los gatos pueden consumir carbohidratos de manera segura?  

Si estás alimentando a tu gato a base de una dieta casera, posiblemente tengas alguna duda de este tipo. No te preocupes, aquí te orientaremos para que resuelvas todas tus dudas al respecto. 

Elementos esenciales de la alimentación gatuna 

A continuación te ponemos algunos datos curiosos sobre las necesidades nutricionales de los gatos. Si sigues una dieta casera para tu gato, estos tips te podrán resultar útiles: 

  • Los felinos son carnívoros, de ahí que la base de su alimentación deba ser la carne. Ya sea de ave, pescado, vacuna o de cerdo, los gatos deben consumir proteínas de origen animal para poder crecer sanos. 
  • La alimentación seca contiene todos los nutrientes necesarios para una correcta nutrición. Sin embargo, si estás siguiendo una alimentación casera para tu gato, deberás vigilar que las proporciones sean las adecuadas. 
  • Aunque es cierto que los gatos pueden consumir la carne cruda, se recomienda que se cocine antes debido a la proliferación de enfermedades. 
  • Uno de los aminoácidos esenciales que no debe faltar en el plato de comida de los gatos es la proteína taurina. Ésta se puede encontrar en el corazón o hígado, tanto de res como de pollo. 

¿El pan es dañino para los gatos? 

Ya hemos subrayado que la principal fuente de nutrientes para tu gato son las proteínas que obtiene de la carne. Sin embargo, esto no quiere decir que si un gato consume otro grupo de alimento se va a enfermar. Pero, ¿Qué pasa con los hidratos de carbono, muy comunes en la dieta de los humanos? ¿Puedo darle pan a mi gato? 

La respuesta es: Depende del gato y sus gustos. Con los felinos nunca se sabe. Puede que a tu gato le encante el pan como puede que le desagrade. Así son ellos, sus gustos culinarios son muy particulares.  

En cuanto a si es beneficioso o no, eso no está en discusión. El pan no aporta ningún contenido nutricional para los gatos. Además de la harina, el pan contiene levadura, sal, leche y azúcar que en nada benefician a los felinos.  

El pan en sí no perjudicará a tu gato siempre que le ofrezcas en cantidades pequeñas. A continuación, te ponemos alguno de los motivos por los que es mejor introducir pan en la dieta de los gatos solo ocasionalmente: 

  • Los carbohidratos son responsables en gran medida de la obesidad en los gatos. Además del aumento de peso, el consumo excesivo de pan puede generar pancreatitis, diabetes, hígado graso y problemas cardíacos. 
  • El pan crudo o la masa de pan sin hornear sí que puede ser perjudicial para la salud de los felinos. Esto se debe a que la levadura cruda puede intoxicarlo. 
  • Muchas golosinas y medicinas para gatos contienen levadura, pero en realidad los gatos no deberían consumirlas y mucho menos cruda (aunque les encante). Esto se debe a que, al fermentarse en el estómago, el gato puede comenzar a sentir malestar a causa de una mala indigestión. Además, la levadura presente en la masa cruda sigue creciendo en el estómago del gato, causando gases. 
  • Otros ingredientes que tradicionalmente se le añaden al pan como ajo, leche, mantequilla, queso, cebolla o algunas especias pueden resultar de difícil digestión y generarle malestares estomacales al felino.  
  • Por otro lado, aunque no es común, existe evidencia de que algunos gatos han desarrollado alergia al gluten.  
  • En el caso de los gatos cachorros, si ya ha sido destetado y ha comenzado a consumir alimentos sólidos, puedes darle uno o dos trozos de pan, siempre y cuando mantengas las recomendaciones que te hemos brindado. 

Tostadas de pan para los gatos 

En el mercado existen tostadas de pan para gatos. Estas tostadas están elaboradas especialmente para los felinos, por lo que se les ha eliminado cualquier ingrediente que pueda generar malestar estomacal a los gatos.  

De todas formas, estos trozos deben ser administrados como premio y no como parte de su alimentación diaria. 

Un dato interesante es que las tostadas de pan que comen los humanos también son seguras para los gatos, eso sí, sin ningún acompañamiento. Recuerda, no se debe añadir chocolate, Nutella, mantequilla, quesos, especias, ajo, cebolla, etc. a las tostadas. 

Tampoco debes darle al felino una tostada que se haya quemado, por la existencia de acrilamida, que es la sustancia que se forma en el pan cuando se quema y que es nociva para los animales. 

Conclusión 

En conclusión, aunque puedes darle de comer un trozo de pan sin que genere mayores consecuencias en la salud del gato, la ingesta diaria de carbohidratos no debe sobrepasar el 10-15%. 

Debes tener presente que existen otras fuentes de carbohidratos que contienen mayor valor nutricional que el pan y que pueden ser más beneficiosos para tu gato, tales como los tubérculos y algunos vegetales. 

Señales de que tu gato puede ser intolerante a los carbohidratos:

Aquí te mostramos una serie de síntomas que deben llamar tu atención si se presentan en tu mascota después de consumir pan: 

  • Debilidad 
  • Vómito 
  • Diarrea 
  • Letargo 
  • Fiebre 
  • Dolor abdominal 
  • Sed excesiva 
  • Dificultad para respirar 

Si decides darle un trozo de pan a tu gato por primera vez, síguele muy de cerca y estate atento a su comportamiento. Obsérvale por si vomita y revisa la calidad y cantidad de sus heces. Ante cualquier cambio, consulta con el veterinario. 

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