¿Cómo hacer que tu gato sea más cariñoso?

Los gatos son considerados animales poco afectivos, pero vamos, eso no quiere decir que no sean capaces de dar amor. 

Lo que sucede es que los felinos son de naturaleza independiente y solitaria. Sin embargo, con un poco de paciencia y algunos trucos, puedes convertir a un gato en una mascota más cariñosa. 

Pon en práctica algunos de los consejos que te damos a continuación y lo conseguirás. 

1. Ten paciencia 

La mejor manera de enseñar a tu gato a ser cariñoso es siendo afectuoso con él. No obstante, los felinos son cariñosos sólo cuando quieren, así que tendrás que adaptarte a su ritmo y demostrarle amor sólo cuando él esté de humor para recibirlo. 

La receptividad de tu gato hacia tus muestras de cariño dependerá del tiempo y esfuerzo que le dediques. Antes de acariciarlo (sobre todo si es primera vez) deja que huela tu mano y se familiarice contigo, así irá tomando confianza. 

Si tu gato es nuevo en casa, debes tener más paciencia de lo normal pues al principio puede sentirse bastante incómodo. Además, el animal debe adaptarse primero tanto a su dueño como al nuevo hogar para poder relajarse. Si está en tensión, ni siquiera intentará acercarse a ti. 

2. Mucho amor 

Dedícale tiempo de calidad. Organízate y reserva un momento al día para compartir con tu gato. Al ser un animal solitario, no necesitas estar pegado a él todo el día.  

Al principio los gatos se esconden bajo la cama o la mesa, huyen de los ruidos y no quieren salir de su escondite. 

Deja que pasen los días y se aparte a su rincón favorito, solo debes tener paciencia y permitirle que sea él el que se acerque cuando le apetezca o que se ponga a descansar a tu lado. Eso le irá generando confianza para irse abriendo más con el tiempo. Ya verás que pronto se convertirá en un fiel compañero. 

Por otro lado, si tu intención es lograr que duerma contigo, podrías comenzar con unas pequeñas siestas después de comer. Así él irá sintiendo que va ganando territorio poco a poco. 

En el caso de los abrazos, no exageres con ellos. Lo mejor es que sean ellos los que decidan cuándo dejarse querer y cuánto tiempo duran los mimos. 

Anímalo a jugar contigo sin forzarlo. Intercala el tiempo de juego con contacto físico para que vaya ganando confianza. Utiliza pelotas de estambre o juguetes especiales para gatos de los que puedes mover frente a él, (como una caña de pescar con plumas en la punta) estos últimos los puedes conseguir en tiendas veterinarias. Cualquier juguete que rebote o se mueva le va a encantar. 

En el caso de que sea asustadizo, deja que él solo salga a buscarte, de nuevo la misma recomendación: ¡No lo fuerces! Háblale en tono suave y calmado para que te ganes su confianza. 

Poco a poco debes aprender a identificar su personalidad y a respetar su espacio. En la mayoría de los casos, el carácter se forma dependiendo de la crianza que reciben. 

Recuerda que los gatos son diferentes a los perros, ellos no correrán a ti al verte para que los abraces. Por eso, tú serás el encargado de buscar su atención y él decidirá cuando acercarse. 

3. Comida y atención 

A la hora de comer, invítalo para que lo haga a la misma hora que tú, así se sentirá acompañado. Cuando le ofrezcas comida de premio, también dale una caricia, así te asociará siempre con cosas buenas. 

No seas de los que sólo se comunica con su mascota para darle de comer, así nunca lograrás el acercamiento que deseas. 

4. Dale un nombre 

Escoge un nombre bonito para tu gato y trata de repetirlo cada vez que puedas, sobre todo cuando lo estés acariciando y no cuando lo estés regañando, para lograr que lo asocie con lo positivo y no con lo negativo. 

5. Nada de regaños 

El uso del refuerzo positivo es la forma correcta de conseguir o corregir el comportamiento de un animal. En el caso de los felinos, la violencia genera el resultado contrario al esperado. 

Domesticar a tu gato usando la violencia, gritos y trato irrespetuoso hará que se vuelva temeroso y hasta agresivo. 

A diferenciade muchos animales domésticos, los gatos son rencorosos. Esto significa, entre otras cosas, que si le riñes mucho o te muestras agresivo nunca lo olvidará y le costará mucho confiar en ti. 

Los expertos recomiendan observar el comportamiento de tu mascota e identificar la razón que ha llevado al gato a portarse mal. Así te será más fácil corregirlo más adelante. 

6. No todos son iguales 

No solo la apariencia y el cuidado son puntos que distinguen a los diferentes tipos de animales. Por ejemplo, la raza de los gatos influye mucho en el comportamiento y la manera en que se relacionan con sus dueños. 

Razas como la Maine Coon, Ragdoll o los Persa son consideradas las más cariñosas. 

Pídele a tu veterinario que identifique la raza de tu gato y te oriente en cómo tratarlo y las reacciones que podría generar en él ciertos estímulos. 

Algunas recomendaciones finales 

  • Los gatos adultos son difíciles de educar. Si ese es tu caso, te recomendamos que vayas a un veterinario o pidas ayuda a un etólogo gatuno (persona que estudia el comportamiento, instinto y relaciones con el medio ambiente) para que te oriente en la mejor manera de educarlo. 
  • Con los gatos cachorros debes ser firme pero cariñoso.  
  • Deberás mostrarle límites al cachorro para que aprenda a jugar sin hacer daño. 
  • No te olvides de las recompensas. Repite su nombre cuando se la des y acarícialo 
  • Nunca le grites ni lo asustes. Tampoco le eches agua con un spray para corregir el comportamiento. Generarás miedo y rechazo hacia ti. 
  • No te preocupes por los pelos en la cama o el sofá. En el mercado hay mantas especiales que los atrapan, así podrás jugar con ellos sin preocuparte por el aseo. 

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