Hacer que un gato se relaje puede parecer a simple vista un trabajo complicado. La razón de este mito puede ser la fama de ariscos que tienen los felinos, lo que nos lleva a creer que son poco afectuosos.
En realidad, los gatos no son antisociales o poco cariñosos, lo que sucede es que, al ser una mascota doméstica, se les tiende a comparar con los perros. Lo cierto es que los felinos no se resisten a una buena sesión de mimos y caricias.

Si te interesa darle un largo masaje a tu gato y no sabes cómo acercarte a él para conseguirlo, lee esta guía que hemos diseñado para que puedas disfrutar con tu mascota de un rato relajante tanto para tu gato como para ti.
¿A los gatos les gustan los masajes?
La respuesta es sí. Para los gatos, recibir caricias es un acto de placer, sobre todo si son gatos domesticados.
De hecho, las sesiones de masajes en los animales son consideradas como terapias no invasivas que contribuyen a aliviar dolores y a estrechar lazos con sus dueños.
¿Cómo masajear a un gato?
Como no pueden decirnos lo que les gusta, debemos estar atentos a su comportamiento. La naturaleza es nuestra mejor guía en estos casos.
Cuando los gatos se frotan contra alguna superficie, lo hacen siguiendo un patrón: primero la cara, luego la cabeza, después el cuerpo y finalizan con la cola.

Aunque por lo general, los felinos hacen estos movimientos con la finalidad de marcar su territorio dejando su olor en la zona, también nos dan un indicio de las partes de su cuerpo donde el contacto puede ser relajante.
- Para comenzar, espera a que tu mascota se acerque a ti, no fuerces el contacto.
- Acomódate en un lugar cómodo tanto para ti como para tu gato.
- Masajea cuidadosamente al menos por un minuto cada zona de su cuerpo.
- Comienza dándole una caricia suave y lenta mientras le hablas cariñosamente para que entre en confianza contigo.
- Empieza por la cabeza, ya sea debajo del mentón o en la frente. Masajéala con la palma de tu mano y hazle cariño en las sienes con la punta de tus dedos. En este punto se liberan feromonas apaciguadoras que harán que se relaje.
- Cuando llegues al área del mentón y el cuello, frótalos con los dedos haciendo movimientos hacia arriba y hacia abajo, teniendo mucho cuidado de no presionar la tráquea demasiado.
- Sigue con el lomo y luego detrás de las orejas.
- Haz pequeños círculos en su piel ejerciendo una leve presión con tus dedos índice y pulgar.
- Continúa con el resto del cuerpo. A medida que vayas avanzando, puedes ir incorporando el resto de los dedos hasta utilizar la mano completa, ya que en ciertas partes como el lomo y el vientre, los dedos podrían ser muy suaves como para que el gato lo sienta.
- No te olvides de las patas. Ahí también hay muchas terminaciones nerviosas que cuando se acarician les generan placer. Toma cada una de ellas y frota delicadamente sus almohadillas por 30 segundos.
- Acaricia todo el cuerpo, desde la cabeza hasta la cola ejerciendo una suave presión con tu mano totalmente abierta.
- Concéntrate en el lomo superior de tu felino y no tanto a la parte inferior ya que no a todos los gatos les gusta que les toquen esa parte del cuerpo.
- Si notas que tu mascota se echa y te invita a tocarle el vientre, ¡Felicidades!, es señal de que te tiene confianza y lo está disfrutando. No pierdas esa oportunidad, eso sí, hazlo suavemente y mantente alerta, ya que puede reaccionar de manera abrupta en cualquier momento.
- Llegaste a la cola. Ahora empieza tocando la base y avanza poco a poco hacia la punta. Es importante que el gato esté lo suficientemente relajado para que acepte que lo toques allí. Por eso es casi el último punto a masajear, si lo haces al principio lo espantarás.
- Cuando hayas recorrido todo el cuerpo, regresa a la cabeza con una caricia final a modo de recompensa.
Beneficios de acariciar a tu gato

Darle una buena sesión de masajes a un gato trae beneficios relajantes, desestresantes y crea un vínculo de amor entre el dueño y su mascota.
Mientras le das la sesión de masajes, puedes aprovechar para ir revisando la piel y el pelo de tu gato. A continuación te exponemos algunas dolencias más comunes de los gatos que se pueden detectar masajeando la piel de tu gato y fijándose en el tacto del pelo:
- Si notas que el pelaje luce mate o graso, puede estar sufriendo de diabetes o infecciones de orina.
- Si el pelaje está sucio en algunas áreas, es indicativo de que no alcanza a acicalarse en ciertos lugares, por lo que podría estar padeciendo de artritis.
- En el caso de que tenga espacios sin pelo, debes llevarlo al veterinario tan pronto como sea posible para que descarte una afección en la piel.
- Si el pelo está bien, pero sientes pequeños bultos o picaduras, es posible que tu gato tenga pulgas.
- Al acariciarlo, puedes medir la temperatura de tu mascota. Si notas que está más caliente de lo normal, puede tener fiebre, así que llévalo al médico cuanto antes.
Además de los que ya te hemos nombrado, dar masajes tiene una gran cantidad de beneficios, tales como:
- Se bajan los niveles de ansiedad en el animal.
- Ayuda a prevenir enfermedades de los huesos.
- Alivia dolores en gatos ancianos.
- Ayuda a solucionar problemas intestinales.
- Colabora en los procesos de conducta al crear vínculos con el dueño.
- Combate el aumento de peso en animales obesos.
Recomendaciones a la hora de hacerle masajes a tu gato
- Haz que se sienta cómodo
- Háblale o cántale para que se relaje.
- Mantente calmado.
- Vigila la reacción de tu mascota ante cada movimiento que le apliques. Puede que alguna u otra caricia no le resulte del todo cómoda o que ese día no esté de buen humor.
- Si tu gata está preñada, no le des masajes.
- No apliques aceites para masajear a tu gato, ya que puedes causarle alergias en la piel o intoxicarse cuando se lama el pelaje.
- Dale un premio al final de la sesión.
¿Cuándo hacerle masajes a un gato?
Para darle cariño a tu mascota, lo primero que debes vigilar es que esté receptivo y dispuesto a recibir todo el mimo que desees darle.

Elige un momento en el que tu gato esté tranquilo. Espera a que esté desocupado e invítalo a que se acerque a tu regazo. Puedes dejar pasar dos horas después de la comida para intentarlo.
El tiempo lo determina la receptividad que tenga tu mascota a los mimos, pero por lo general, una sesión dos veces al día sería ideal.
A pesar de que los masajes tienen un efecto relajante en los felinos, no deberías extenderlos por un largo período. Los expertos concuerdan en que una sesión de 5 a 10 minutos es suficiente.
Si de pronto te araña o muerde, es posible que esté sobre estimulado. Como te comentamos anteriormente, la piel de los gatos es muy sensible debido a la gran cantidad de terminaciones nerviosas, así que, si tu gato responde de repente de mala manera, lo más conveniente es detenerse.
¿Cómo saber si el masaje está surgiendo efecto?
Las reacciones que tenga tu mascota ante el estímulo que está recibiendo te darán una idea de si está disfrutando el masaje o no. Revisa su comportamiento y fíjate si:
- Ronronea: Significa que el gato está a gusto y lo está disfrutando.
- Babea: Si tú mascota está sobresalivando quiere decir que está relajado.
- Amasado: Así se le conoce al movimiento que hacen los gatos con los dedos, parecido a un amasado. Ese mismo movimiento lo hacen cuando están pegados a su madre para estimular la salida de la leche.
- Orejas plegadas: Si, por el contrario, el gato aplasta sus orejas, es indicativo de que está por atacarnos ya que no se siente a gusto. Detente inmediatamente.