¿Qué cantidad de agua necesitan los gatos?

En las épocas del año en las que hace más calor hay que ser muy consciente de que los gatos, igual que el resto de animales, necesitan tener en su cuerpo una cantidad determinada de agua. Esta cantidad augmenta a medida que la temperatura exterior se incrementa.

La cantidad de agua que necesita cada animal es distinta, e incluso puede haber diferencias según las distintas razas de un animal. Por ejemplo, los perros necesitan un poco más agua que los gatos para estar saludables. De este modo, los perros necesitan 6 centilitros de agua por cada kilo de peso, aproximadamente, y en cambio los gatos necesitan más o menos 5 centilitros de agua por cada kilo de peso.

De todas formas, estos números no son exactos para cada gato. Existen otros factores además del peso que influyen en la cantidad de agua que un gato debe ingerir. Estos factores son la actividad física que lleve a cabo el gato, el clima en el que se encuentre, si el gato toma o no medicamentos y si es un gato saludable o si sufre alguna enfermedad, etc.

¿Cómo puedo saber si mi gato está deshidratado?

Del mismo modo que sucede con muchos otros animales, los gatos necesitan una cantidad de agua en su cuerpo para poder vivir saludablemente. De lo contrario, si tu gato no tuviese la suficiente agua en su cuerpo, podría sufrir algún tipo de deshidratación.

Como hemos mencionado más arriba, los gatos deben ingerir una cantidad determinada de agua y, como es lógico, esta cantidad puede variar según las circunstancias externas. Por ejemplo, cuando el clima es más cálido tu gato necesitará una mayor cantidad de agua para asegurarse de que no se deshidrata.

El agua que ingiere tu gato lo pierde a través de la orina y al defecar, pero también cuando jadean. El jadeo puede ser de varios tipos, pero el jadeo normal es un mecanismo para refrescarse y regular su temperatura corporal. Es una respuesta fisiológica que se activa cuando el gato tiene calor.

La deshidratación puede ser una consecuencia muy grave o mortal para los gatos y el resto de los animales. Por este motivo es importante que tu gato pueda tener acceso fácil a la cantidad de agua que necesita, y asegurarse de que va bebiendo todo el líquido que requiere.

Para saber si tu gato está deshidratado, tienes que fijarte en varios aspectos que ponemos a continuación:

  • Boca seca y/u ojos hundidos
  • Falta de apetito y/o pérdida de energía que puede ir acompañada del jadeo
  • Ausencia (o disminución) de excreción y orina. La deshidratación dificulta la excreción también en el caso de los gatos. En cuanto a la orina, normalmente tu gato debería orinar al menos 2 ó 3 veces al día.
  • Fíjate en sus encías: si al presionarlas con un dedo pasan del color blanco al rosa con rapidez, posiblemente tu gato estará bien hidratado. Pero si este cambio de color se hace lentamente, puede ser un síntoma de deshidratación.
  • Fíjate también en su piel: la piel hidratada vuelve a su lugar sin problema si la pellizcas, mientras que cuando el gato está deshidratado, la piel recuperará su posición inicial de manera más lenta. Si esto ocurre, es posible que la deshidratación de tu gato esté bastante avanzada.

¿Cómo me aseguro de que mi gato puede mantenerse hidratado sin problema?

En primer lugar, como es lógico, hay que poner agua limpia y fresca al alcance de tu gato, para que pueda acceder a ella con facilidad y en cualquier momento. Una opción es colocar varios recipientes con agua alrededor de la casa, para que pueda encontrar siempre un tazón con agua.

Otra opción es ofrecerle alimentos que contengan abundante agua. Un ejemplo son los alimentos enlatados, que pueden contener más líquido. Pero si a tu gato le gustan los alimentos sólidos, como por ejemplo las croquetas, puedes sumergir el alimento en agua fresca o bien en caldo sin sodio (caldo de pollo o de carne) o remojarlas en jugo de atún sin sodio. A tu gato le gustará el sabor y habrás añadido un poco más de líquido en su dieta. En cualquier caso, no dejes los alimentos en remojo por mucho tiempo ya que se podrían estropear: consiste únicamente en remojarlos para darles un toque más fresco.

Lo que sí que es muy importante es prestar atención a tu gato cuando pasa mucho tiempo fuera del recinto de tu piso o casa, ya sea en el jardín o en el exterior. Hay que asegurarse de que el gato bebe suficiente agua y tener siempre un tazón de agua en el exterior donde esté el gato.

Por otro lado, hay algunos gatos a los que les gusta encontrase cubitos de hielo en la comida o en el agua. Prueba a ver si tu gato es uno de ellos y, si lo es, habrás introducido también una pequeña cantidad adicional de agua en la dieta de tu gato.

De todas formas, con los gatos hay que tener paciencia ya que no son regulares ni constantes en su ingesta de agua y muchos de ellos tienen sus preferencias en relación o a cómo se presenta el agua. Así, deberás fijarte en qué le gusta más a tu gato, ya que hay gatos que prefieren encontrarse el agua disponible en un tazón de plástico, otros de cerámica, e, incluso, otros que prefieren beber agua en movimiento (de una fuente, por ejemplo). Investiga qué es lo que le gusta más a tu gato para asegurarte de que disfruta bebiendo líquido.

Por otro lado, en cuanto a los cuencos, asegúrate de que no usas un tazón demasiado hondo para que pueda introducir su cabeza en el agua de manera cómoda, sin tener que sumergir en exceso la cara, ya que eso puede que no le guste a tu gato y reducir la ingesta de agua.

En cuanto a la higiene, como es lógico, los tazones y cuencos que uses deben estar limpios y deben lavarse a menudo para evitar posibles infecciones tanto a tu gato como a ti o el ambiente.

En cualquier caso, teniendo en cuenta que tu gato puede deshidratarse fácilmente y, en especial en épocas de calor, ten en cuenta que si notas alguno de estos síntomas deberías acudir al veterinario cuanto antes.

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