Por muy extraño que parezca, la gastritis en gatos es una de las enfermedades más comunes, pero también una de las más dolorosas y difíciles de tratar.
Los síntomas de la gastritis no son tan evidentes y se enmascaran con otros padecimientos. Sin embargo, es importante que conozcas todos los detalles acerca de esta enfermedad para que así no dudes en ir al veterinario tan pronto como aparezca la primera señal de este padecimiento.
Te mostramos algunos de los síntomas asociados a la gastritis en gatos, así podrás reconocer la enfermedad y llevar a tu mascota al médico lo antes posible.
¿Qué es la gastritis?
Se conoce como gastritis a la irritación de las mucosas del estómago.
Esta enfermedad genera mucho dolor en quién la padece. Por razones de supervivencia, los gatos son expertos escondiendo el dolor, por lo que suele ser difícil poder detectar las enfermedades solo fijándonos en si el animal parece sufrir o no.
Causas de la gastritis:
La principal causa generadora de gastritis es el estrés. Los gatos son especialistas en problemas de ansiedad, lo cual explica que la gastritis sea una de las enfermedades que más los atacan.
A diferencia de otras causas, el estrés puede producirse en un felino de cualquier edad y raza, por lo que, al final de cuentas, cualquier gato es vulnerable a la gastritis.
La gastritis también va asociada a comer alimentos en mal estado, En este caso afecta con más frecuencia a animales jóvenes, ya que su curiosidad los lleva a probar cualquier cosa que les parezca apetitosa.
Existen otras causas que pueden provocar esta enfermedad, como son los cuerpos extraños en el estómago, pelos, plantas tóxicas, entre otras.
Algunas de las causas más comunes de la gastritis que tienen que ver con agentes externos son las siguientes:
- Antibióticos
- Parásitos intestinales
- Ingesta de analgésicos de uso humano
- Bolas de pelo
- Alimentos caseros picantes o muy grasosos
- Alergias alimentarias
- Comida en mal estado
- Ingesta de productos de limpieza
- Quimioterapia
- Contaminación por heces de otros animales
- Ingesta de cuerpos extraños como pedazos de plástico o juguetes
Hay que destacar que la desconfianza hacia sus dueños o la baja calidad en el pienso que consumen también pueden generar gastritis.
Si nos centramos en las causas psicológicas que pueden causar estrés y desatar una gastritis, podemos enumerar unas cuantas:
- Desequilibrio hormonal
- Problemas urinarios
- Arenero sucio
- Otras mascotas en la casa
- Nuevo miembro en la familia.
Todas las anteriores pueden causar nerviosismo e irritabilidad en el gato y, como consecuencia, una gastritis que puede ser más o menos severa.
Síntomas de gastritis en gatos
- Vómito amarillo o verde frecuente, puede contener bilis o sangre fresca. En algunos casos vienen con sangre digerida, que se aprecia con nódulos oscuros.
- Falta de acicalamiento que se evidencia en un pelaje sucio y descuidado.
- Falta de apetito pues no tolera ningún tipo de alimento
- Deshidratación
- Debilidad por anemia
- Letargo
- Heces con sangre cuando la enfermedad es crónica.
- Alteración en las mucosas, mostrándose amarillentas como síntoma de intoxicación o pálidas por la pérdida de sangre.
- Dolor abdominal
- Babeo
Consecuencias de una gastritis sin tratamiento
Debido a que los gatos disimulan muy bien las enfermedades, casos como los de gastritis suelen pasar desapercibidos hasta que se complican.
Una simple gastritis puede pasar a ser una gastritis crónica con daños en las paredes del estómago y alteraciones en la flora bacteriana.
Tratamiento para la gastritis
En ningún caso debes medicar a un gato que manifieste los síntomas que hemos descrito anteriormente ya que podrías empeorar el cuadro y causarle problemas mayores.
El tratamiento será siempre el que el veterinario indique, tras hacer una valoración de la situación concreta. Normalmente, el veterinario podrá recomendar algún fármaco con antieméticos para los vómitos, antiácidos y protectores gástricos. Asimismo, también indicará una dieta especial y abundante agua. Algunos casos incluirán antibióticos y corticosteroides,
Si el dolor abdominal se debe a la presencia de un cuerpo extraño, la vía para retirarlo es la quirúrgica.
Si el caso de gastritis es leve, los médicos suelen suspender la alimentación y regular la hidratación hasta que la inflamación ceda. Al comienzo de la enfermedad, un ayuno de al menos 12 horas ayudará a que el sistema digestivo se depure.
Por tu parte, puedes contribuir a las mejoras de tu gato aplicando estos sencillos consejos:
- Dispón de una fuente de alimentos limpia y seca a su alcance. Lava muy bien los platos donde come.
- Elimina la causa de su estrés
- Ofrécele agua abundante y fresca. Los vómitos y diarreas pueden causar deshidratación así que debes vigilar que reponga poco a poco los líquidos que haya perdido.
- Sigue al pie de la letra la administración de medicamentos que sugirió el médico
- Si la causa de la gastritis es la quimioterapia, consulta con el veterinario para que le proporcione un protector gástrico más potente
- Vigila las cantidades de alimentos. Lo mejor es seguir una dieta blanda al principio del tratamiento mientras el estómago se recupera.
- Cuida la rutina de tu gato para evitar nuevos episodios de gastritis.
- Ten paciencia. La gastritis es difícil de curar y también es recurrente, así que aún después de que mejoren los síntomas, no debes bajar la guardia.
¿Cómo evitar que mi gato se vuelva a enfermar?
Tal y como hemos mencionado anteriormente, la gastritis suele ser recurrente si no se erradica por completo y no se modifican los patrones de alimentación y rutinas.
Para evitar que tu mascota recaiga, sigue estos consejos:
- Cuida su alimentación: respeta las porciones, vigila la elaboración en caso de que sea casera, adecúate a su edad, raza y tamaño.
- Aleja las tentaciones: no dejes la basura al alcance de tu mascota, tampoco los productos de limpieza, medicamentos u otros productos tóxicos.
- Restringe los paseos: a los gatos les encanta la independencia y más si son silvestres pero las salidas al exterior pueden ser un riesgo a la salud ya que cogen de todo en la calle: enfermedades, parásitos externos, bichos intestinales, arañazos en peleas, entre muchas otras cosas.
- Visitas regulares al veterinario: respeta el esquema de vacunación, llévalo a consulta con el médico al menos dos veces al año y desparasítalo regularmente.
- Consulta de inmediato con tu veterinario de confianza ante cualquier duda.