Hasta los dos meses de vida, la mayoría de los animales mamíferos dependen de sus madres para alimentarse. Sin embargo, a veces no es posible seguir con el curso de la naturaleza, ya que puede que se hayan quedado huérfanos o que, por algún motivo, la madre los rechace antes de que hayan terminado el tiempo de lactancia o incluso, nada más nacer.
Dar de comer a un gatito recién nacido no es nada sencillo ya que algunos ni siquiera han desarrollado el reflejo de succión. Por otra parte, después del destete, los gatos recién nacidos deben comenzar la alimentación tradicional, pero debido a que el estómago de los felinos es bastante delicado, no pueden ingerir cualquier cosa.
En ambas situaciones, el papel del dueño será crucial. Es por ello que hemos decidido recopilar información especializada acerca de cómo alimentar a gatos recién nacidos para resolver la mayor cantidad de dudas posibles.
Gatitos lactantes
La etapa más importante para el desarrollo de los mamíferos es la lactancia, ya que todos los nutrientes necesarios para poder desarrollarse sanos y completos se obtienen de la leche materna. Sobre todo, las primeras 48 horas de vida son determinantes.
Durante las primeras horas después del parto, la madre produce una versión de leche conocida como «calostro». Es un líquido amarillento que contiene mayor cantidad de nutrientes, grasas y proteínas. Mas adelante se convertirá en leche.
Si, como dueño, debes suplir el papel de la madre deberás suministrarles una leche especialmente diseñada para cubrir todas sus necesidades nutricionales. Para ello, es aconsejable que pidas la valoración de un experto, así te podrá indicar el estado de salud en general que tiene la camada y basar el menú en torno a sus valoraciones.
¿Cómo y cuánto debo alimentar a mi gato lactante?
A la hora de alimentarlos, tendrás que preparar la leche de acuerdo a las instrucciones del fabricante, pero, por regla general, la leche deberá calentarse a unos 37 grados y deberá ser suministrada con jeringas o tetinas especiales para gatos, siempre esterilizadas antes de cada toma.
El gato debe estar en una posición parecida a la que naturalmente adoptaría si estuviera mamando de su madre, nunca con la tripa hacia arriba ya que el riesgo de ahogamiento por broncoaspiración es bastante alto. La cabeza debe estar erguida y el vientre encima de una pequeña toalla para mayor comodidad.
Deberás alimentarlos en un promedio de 4 a 8 veces al día, nunca excediendo 6 horas entre toma y toma. Lo ideal sería cada 3 horas durante la primera semana de vida hasta llegar a 4 tomas al día en la tercera semana.
La cantidad varía entre los 10 y 20 ml por cada toma, siempre que estés usando una leche de buena calidad.
Control del peso
Para saber si el método de alimentación que estás usando está siendo efectivo, te recomendamos que lleves un control del peso de la camada. En promedio, deberán aumentar de 15 a 30 gramos diarios durante el primer mes de vida. Si no aumentan de peso, podrías estar ante un retraso en su desarrollo que, si se extiende demasiado, podría provocarles la muerte. Te recomendamos que lleves una agenda con el registro, al menos, las dos primeras semanas.
En cualquier caso, si el gato pierde peso en las primeras 48 horas, deberá recibir un complemento alimenticio. Consulta con tu veterinario para que te oriente en ese sentido.
Por otra parte, un déficit en la calidad del alimento que ofrecemos implica una mayor demanda de tomas por parte de los gatitos, lo cual conlleva a un aumento en la cantidad de líquido que puede soportar sus riñones, provocando un daño irreparable en ellos. En el caso contrario, si la cantidad de energía es mayor a la requerida, el estómago de los recién nacidos no tolerará el alimento y le generará trastornos digestivos.
Leche maternizada de emergencia
A pesar de que la leche materna contiene todos los nutrientes que los cachorros necesitan, en caso de emergencia podemos fabricar un tipo de leche en casa que les proporcione a los recién nacidos los aportes nutricionales mínimos.
Aunque la leche de vaca no es la ideal para los gatitos, puede utilizarse como ingrediente de recetas caseras de leche maternizada, lo mismo sucede con la leche de cabra. Veamos algunos ejemplos:
Opción 1:
- 400 ml de leche de vaca deslactosada
- 50 ml de crema de leche
- 1 yema de huevo
- 10 grs de mantequilla
- 25 grs de caseinato de calcio.
Nota: Puedes prescindir de la mantequilla y el caseinato de calcio. También puedes añadirle miel a la receta para aportarle sabor. Con una cucharada será suficiente.
Opción 2:
- 850 ml de leche de cabra
- 150 grs de queso crema mascarpone
En ambos casos mezcla todos los ingredientes y caliéntalos hasta alcanzar los 37ºC. Prepara las raciones al momento de ofrecerlas. Si debes hacerlo con antelación, guárdalos en el refrigerador a una temperatura no superior a 4ºC.
Opción 3:
El agua de arroz es el sustituto de la leche más rápido. Te servirá ante una emergencia mientras consigues un poco de leche maternizada o preparas cualquiera de las opciones anteriores.
Hierve el arroz y cuela el agua para que los cachorros no tengan problemas estomacales.
Alimentación complementaria
Una vez transcurrido el período de lactancia primaria (alrededor de las 4 semanas de vida), deberás ir introduciendo los alimentos sólidos.
Para empezar, mezcla un poco de pienso con la leche para que se ablande y lo pueda tragar. En estos casos, no debes suministrarle más de 4 comidas al día.
A medida que vayan mostrando más interés en el pienso, podrás ir sustituyendo la leche por agua y, con el paso de los días, podrás ir disminuyendo la cantidad de agua hasta que el pienso quede completamente seco.
Otros consejos para mantener a la camada sana:
- Debido a que los cachorros no pueden controlar su temperatura corporal, deberás adecuar la habitación donde se encuentran mientras crecen. La humedad debe mantenerse en un 60 % y la temperatura a unos 25ºC. El nido debe tener varias mantas mullidas y si es época de invierno, una manta térmica no está de más.
- Si tienes la posibilidad de obtener ayuda de una madre sustituta sería ideal. A veces tenemos la opción de una gata lactando cerca que admite unos cuantos hijos adoptivos.
- Nunca uses leche de vaca como sustituto exclusivo ya que ésta posee de la mitad de los valores nutricionales que tienen la de los gatos. En las tiendas u hospitales veterinarios puedes conseguir leche para gatos de gama alta.
- Mientras los alimentas, acarícialos y mímalos, así irás estableciendo un vínculo con ellos, haciendo la socialización más exitosa, no olvides que el factor psicológico en los gatos es tan importante como el físico.
- El hecho de estar separados de sus madres y, en muchos casos de sus hermanos, podría afectar su bienestar y desarrollo. Recuerda suplir esas necesidades, también.
- Cuando termines cada toma, es importante ayudar a los cachorros a vaciar sus intestinos, ya sea de heces o de gases. Esto lo conseguirás masajeando su vientre y genitales por unos minutos.
- Si notas que los pequeños no están subiendo de peso, es crucial que consultes con tu veterinario. Algo podría estar saliendo mal.