Si eres de los afortunados que comparte su vida con un gato, quizás pienses que los vómitos son algo común y que forma parte de su digestión. Pero en realidad no es así. Es importante no confundir la regurgitación con el vómito.
El primero es el que a diario hacen los felinos para expulsar las bolas de pelo y que usualmente pueden venir acompañados de algún contenido gástrico. Esta reacción no es un vómito y debemos aprender a identificarlos bien, ya que mientras que regurgitar puede ser normal en gatos, el vómito no lo es, y puede ser una señal de que algo no va bien.
Dependiendo del color y contenido que ha expulsado el animal podemos detectar si se trata de un problema grave y necesita asistencia médica urgente o si es algo puntual y pasajero de lo que debemos estar atentos durante los próximos días.
Ahora veremos por qué tu gato puede llegar vomitar «marrón» y qué debes hacer si eso ocurre.
Antes de nada: ¿Por qué mi gato vomita?
Al vómito se le conoce como movimiento antiperistáltico, ya que se produce cuando se invierte el recorrido normal del bolo alimenticio.
Se produce por una alteración del sistema nervioso central o del tubo digestivo y también como una respuesta del organismo ante una intoxicación.
Aunque el veterinario es el único capaz de diagnosticar una patología, podemos tener una idea de lo que le está sucediendo a nuestra mascota observando el contenido del vómito y la frecuencia con la que sucede.
Mi gato vomita líquido marrón:
El vómito puede ser provocado por pancreatitis, golpes de calor, intoxicación, hipotermia, reacciones alérgicas, estrés, depresión, entre otros muchos factores, y el contenido puede darnos una idea de la causa que lo está originando. En esta ocasión vamos a centrarnos en el vómito que tiene color marrón.
El color marrón en el vómito puede indicar que el gato está vomitando sangre o restos de sangre. A esto se le conoce como hematemesis. Las causas más comunes de que un gato vomite sangre son parásitos internos, úlceras gástricas o várices intestinales. También se puede deber a alguna intolerancia alimentaria o una gastritis aguda.
En cualquier caso, debes llevarlo a urgencias lo más pronto posible. Un vómito con sangre es señal de alarma. Veamos más de cerca las causas de este tipo de vómito:
1) Sangrado gastrointestinal
El vómito con sangre puede referir una inflamación en la boca o en el esófago, aunque también puede ser debido a una hemorragia interna.
La causa más común es la ingestión de algún cuerpo extraño, una espina que ha roto las paredes de las vías digestivas o una bola de pelo que está obstruyendo los intestinos.
2) Bilis Marrón
Muchas veces el vómito puede venir mezclado con bilis, y aunque en ese caso el color sería amarillo o verdoso, esto indicaría que el problema viene de los órganos internos del gato.
3) Restos de comida
La mayoría de las comidas para gatos son de color marrón, así que, si solo se han digerido parcialmente el vómito puede tornarse de ese color. En ese caso, el veterinario recomendará un cambio en la dieta ya que puede que tu gato esté mostrando sensibilidad a algunos de los componentes del alimento.
Las proteínas hidrolizadas podrían disminuir o eliminar los vómitos por completo ya que este tipo de alimento contiene los componentes de aminoácidos separados individualmente, evitando así los problemas de alergia. Este sería el mejor de los escenarios posibles.
Si ves que tu gato vomita pienso entero, puede interesarte este artículo que escribí sobre qué hacer en estos casos.
¿Qué hacer si mi gato vomita marrón?
Tal y como lo hemos descrito anteriormente, no debes tomarte a la ligera que un gato vomite sangre. Además de comunicarte con el veterinario, deberás tomar una serie de acciones para evitar que el problema pase a mayores.
Si siempre hemos dicho que el vómito en un gato no es normal, el hecho de que nuestro gato vuelva a vomitar marrón será una señal clara de que algo no va bien. Si a ello se le unen otros síntomas como falta de apetito, decaimiento, pérdida de peso y diarrea, debes acudir al veterinario cuanto antes.
1) Ayuno
Poner al animal en ayuno mientras llega el momento de la consulta es una alternativa para evitar que el problema vaya en aumento, al menos hasta que el problema sea valorado por el veterinario.
Sin embargo, debes ser muy prudente con esto, dado que un ayuno prolongado genera cambios en la flora del animal y puede traer otras consecuencias contraproducentes e incluso más vómito, que podría venir acompañado de espuma.
Lo más probable es que el veterinario te oriente en un cambio en la dieta, ya sea de manera puntual o permanente, en función del diagnóstico.
2) Darle comida rompecabezas
Una de las causas de dolencias gastrointestinales más comunes en los gatos es que comen demasiado rápido. Precisamente para evitar que los gatos domésticos engullan la comida, se creó la comida rompecabezas, que no es más que aquella que debe ser «cazada» o «encontrada» por el gato para poder ser consumida. Este juego estimula el instinto depredador y cazador del animal e impide que devore todo el plato en una sola engullida.
3) Exámenes de diagnóstico
Además de algunas pruebas y radiografías para verificar si hay líquido en la zona del abdomen u objetos que estén obstruyendo el paso por las vías digestivas, el veterinario realizará una analítica de sangre para verificar la función renal, hepática, el conteo de plaquetas y el de glóbulos rojos.
Aunque por norma general el gato solo recibirá medicamentos orales, reposo y un cambio en la dieta, en casos extremos puede requerir una intervención quirúrgica. Ahí radica la importancia de evitar la automedicación.
Este artículo fue creado únicamente como una referencia. Si ves que tu gato está vomitando varias veces al día y más aún si el líquido es marrón, acude al veterinario cuanto antes.