De todos los abrazos que das a tu gatito, es recomendable que de vez en cuando uses alguno como una oportunidad para examinar su cuerpo en busca de cualquier elemento que pueda indicar un posible problema de salud.
Si aprovechas para examinar detenidamente a tu gato de la cabeza a la cola podrás detectar antes de que sea demasiado tarde posibles afecciones, que van desde la rotura de una uña, problemas capilares, caries en los dientes y incluso rigidez o dolores en las articulaciones.
Bueno, hasta ahora son cosas que tienen una solución más o menos clara, ¿pero qué ocurre si le encontramos un bulto en el cuerpo?
A lo largo de toda una vida, con sus idas y venidas, es normal que todos hayamos tenido en algún momento un pequeño bulto, incluso puede que no nos hayamos dado ni cuenta; y lo mismo ocurre con los gatos. Después de todo, a cualquier felino que se precie le encanta jugar, saltar, hacer acrobacias aéreas y probar de superarse día a día desde lugares aún más elevados.
Todo ello puede resultar en traumatismos que den lugar a esguinces o pequeñas roturas de huesos que, al soldarse sin mucha supervisión, generen bultitos en huesos o articulaciones. También podemos encontrar cicatrices o zonas sin pelo donde en algún momento hubo una herida, y al cerrarse de cualquier manera, ahora hayan dejado alguna protuberancia o hinchazón crónica en la zona afectada.
Sin embargo, los bultos que deben preocuparnos son los que no son debidos a estas causas y que pueden ser fruto de un tumor. De hecho, las estadísticas nos dicen que uno de cada cinco gatos tendrá cáncer en algún momento de su vida. Según Cancer Quest, una iniciativa del centro Winship Cancer Institute, perteneciente a la Universidad Emory de Atlanta, el cáncer es la enfermedad que más afecta a los gatos. Sin embargo, este dato es muy desconocido por muchos. Las personas que han tenido gatos desde hace años son conscientes de su gravedad e insisten en palpar de vez en cuando a sus gatos en busca de posibles anomalías.
Por tanto, si encuentras cualquier bulto ya sea en la tripa, las patas o la cabeza de tu gato, debes analizarlo y revisarlo durante los próximos días para ver cómo evoluciona. Es posible que sea un pequeño quiste de grasa temporal y que acabe yéndose, o que por el contrario crezca y deba extirparse.
Por ejemplo, en el caso de las gatas hay que revisar frecuentemente la zona de la tripa, para revisar que no haya ningún bulto que haga indicar que pueda sufrir un cáncer de mama. Si vemos de nuevo los datos, se ha constatado que el 85% de los tumores mamarios en gatas son cancerosos.
Por el contrario, se sabe que el 15% de los tumores son, en realidad, benignos. Ese sería el caso si el bulto fuese, en realidad, lo que se conoce como fibroma, que está formado solamente por tejido fibroso. Lo mismo ocurriría si el tumor fuese un lipoma felino, que se trata de un bulto compuesto por células de tejido graso. Estas anomalías corresponderían a la categoría de tumores benignos.
Los más importante en el caso de estos bultos, igual que los tumores cancerígenos, es detectarlos a tiempo. Si no ha transcurrido mucho tiempo desde su formación, es posible que el tumor (tanto benigno como maligno) pueda ser extirpado por un veterinario y que el felino se recupere completamente.
Un dato curioso es que no únicamente las gatas pueden tener cáncer de mama, sino que puede darse también entre los gatos machos. De todas formas, estos casos son muy poco frecuentes (alrededor del 1%) y, además, si ocurre suele ser entre machos mayores de 12 años.
A continuación te detallamos una serie de factores que hay que tener en cuenta para saber cómo reaccionar ante un bulto de tu felino. Hay que recordar que debemos acudir al veterinario sobre todo cuando el bulto reúna una o más de estas características:
- Se trata de un bulto que genera pus o mucosidad de algún tipo; o
- Si el bulto es de tamaño considerable; o
- Si el bulto evoluciona y se hace más grande, o bien cuando cambia su textura o su apariencia; o
- Si el bulto aparece de repente, sin causa aparente;
- Cuando el bulto tiene un color oscuro;
- Si el bulto es una molestia para tu gato, cosa que puede detectarse cuando intenta rascárselo constantemente o si no puede realizar con comodidad sus actividades diarias;
- Si, además del bulto, notas cambios en la actitud de tu gato o alguna otra anomalía como puede ser diarrea, pocas ganas de comer o trastornos de sueño;
En cualquier caso, para ser precavidos, en caso de un bulto que nos preocupe lo más seguro es acudir al veterinario para que pueda hacerle una inspección exhaustiva.
Clases de bultos benignos que existen:
Entre los tumores benignos y los malignos o cancerosos hay múltiples diferencias. La más importante es que los primeros no se extienden a otros tejidos ni a otras partes del cuerpo del felino, mientras que los malignos o cancerosos lo habitual es que se extiendan si no se detectan a tiempo. Por este motivo, de entre otros, los tumores benignos pueden extirparse por el veterinario, que los localizará fácilmente, sin que haya riesgo de que hayan “contagiado” otros órganos del felino. Los tumores cancerígenos, sin embargo, pueden extenderse tanto a órganos cercanos como a los más lejanos del tumor original.
Los tumores benignos, siempre que se detecten a tiempo, no suelen ser muy peligrosos para un felino, aunque pueden surgir algunas complicaciones que es necesario tratar.
A continuación, detallamos algunas de las protuberancias más comunes que se localizan en el pecho o en la tripa de los felinos:
1) Lipomas:
Este tipo de tumores son benignos y los veterinarios pueden extirparlos generalmente sin mucho problema. Lo que sí que es importante en este caso es que los lipomas sean detectados a tiempo ya que, de otro modo, pueden llegar a crecer hasta confundirse con otros tumores más graves.
Los lipomas crecen rápido, por lo que es necesario estar pendiente y palpar a tu felino rutinariamente. De entre los factores de riesgo para contraer estos tumores está la genética, siendo los machos de mayor edad, siameses y castrados los más propensos a padecer este tipo de anomalías.
Estos tumores suelen ubicarse en el abdomen y se trata de tejido graso que parecen masas blandas y abultadas. La dificultad que pueden presentar este tipo de tumores es que en ocasiones llegan a mezclarse con tejido sano, generalmente tejido graso. Esto hace que incluso un profesional pueda tener dudas para identificar claramente los límites o bordes del lipoma. Es posible que esta anomalía se presente en forma de varios lipomas juntos los unos con los otros y que, al palparlos, se muevan libremente.
2) Tumores de células basales:
Son más frecuentes en gatos de edad avanzada y, en especial, en aquellos gatos que son domésticos y que tienen el pelo largo, himalayos y persas. Su apariencia suele ser la de un bulto aislado y firme, normalmente sin pelo, que sobresale de la superficie de la piel como un tallo. Pueden encontrarse en cualquier parte del cuerpo del gato, incluyendo la barriga.
El tamaño de estos tumores benignos suele oscilar entre uno y doce centímetros y suelen presentarse de color oscuro. Se trata de tumores benignos pero los problemas que pueden dar es que se generen úlceras a medida que van creciendo y que produzcan inflamación en alguna parte del cuerpo del gato. Los veterinarios pueden extirpar este tipo de tumores generalmente sin problema mediante cirugía.
3) Fibromas:
Estas anomalías se presentan en la capa dérmica de la piel y se caracterizan por tener bordes bien definidos. Los fibromas son más comunes en perros, pero pueden desarrollarse en cualquier animal doméstico, como en este caso, los gatos.
Los fibromas aparecen como bultos elevados, normalmente sin pelo y, al palparlos, suelen sentirse como bultos firmes y gomosos o suaves y llenos de líquido. Los fibromas benignos pueden tratarse o no. Un factor que hará a un veterinario decidirse por su tratamiento es si, por ejemplo, los fibromas interfieren en las actividades normales del gato, en cuyo caso es recomendable extirpar el tumor. Lo mismo sucedería si el fibroma crece demasiado o es muy antiestético. El tratamiento consiste en la extirpación mediante cirugía por parte del veterinario.
El cáncer de mama en gatos
Los bultos en el estómago de una gata pueden estar revelando un cáncer de mama. Estudios reconocidos demuestras que el desarrollo de los tumores de las glándulas mamarias en gatos y en personas es parecido. Además, en ambos casos destacan la edad y la exposición a las hormonas como principales factores de riesgo.
De entre los gatos, los estudios muestran que los gatos siameses tienen el doble de probabilidades de desarrollar tumores mamarios y que los pueden llegar a desarrollar a una edad más temprana que otro tipo de gatos.
El cáncer de mama suele ser más común en las hembras no esterilizadas (únicamente el 9% de los cánceres de mama en las gatas se producen en hembras esterilizadas). Por este motivo, es recomendable esterilizar a las gatas antes de su primer celo para disminuir las probabilidades de que contraigan cáncer de mama. Cuando se detectan a tiempo, los tumores mamarios se pueden extirpar con éxito mediante cirugía.
Diagnóstico: ¿es un cáncer de mama o un tumor benigno?
Para saber si el bulto de su gato es maligno o benigno, lo mejor es que el veterinario realice una biopsia o una aspiración con aguja fina de células, mediante las que extraerá una pequeña porción de tejido de un tumor, para poder llevar a cabo una evaluación histopatológica.
Pueden recurrirse también a diagnósticos complementarios, como radiografías de un órgano en particular e imágenes por ultrasonido, que son particularmente útiles cuando se detecta que una masa mamaria se ha diseminado a los ganglios linfáticos.
Una vez que el cáncer de mama se ha diagnosticado, debe practicarse una mastectomía mediante la que se extirpará una o ambas cadenas de los pezones, las glándulas mamarias y el tejido subyacente de la gata. Las tasas de supervivencia son buenas, especialmente si el tumor es de tamaño inferior a un centímetro y medio.
Hola, mi gata tiene 7 años y medio, y hace 2 meses la castre, pero ha tenido reiterados celos y camadas durante esos 7 años, cuando la llevé al veterinario me dijo que además de castral tenía que quitarle un bulto q tenía en una mamá… a mi se me calló el mundo porque no tenía ni idea de que esto podía pasar, a las semanas de operarla le palpé otro bulto en la mama derecha que nose si será el mismo o uno nuevo, el caso es que al día siguiente la volví a llevar u me dijo el veterinario al palpar que no era nada, que no pasaba nada, sigue con el bulto yo cada dos dias se lo palpo por si acaso parece q no le crece y luego nose si es obsesión pero también tiene como bultitos pequeños por todo la barriga como si fuesen granos de arroz por todo, pero tengo miedo y estoy algo asustada porque no quiero que le pase nada, entonces mi duda es, ¿debería preocuparme por ese bulto? ¿ y por los demás? ¿Debo acudir al veterinario? Un saludo y gracias.
Hola Pilar. Muchas gracias por escribir. Creo que lo más adecuado sería acurdir al veterinario, simplemente para confirmar un diagnóstico. Si quieres, prueba de obtener una segunda opinión acudiendo a un veterinario distinto, y así podrás salir de dudas y quedarte más tranquila. Esperemos que no sea nada. Un saludo y gracias 🙂
Hola, mi gata pasó por un examen de orina en el cual le extrajeron la orina directamente de la vejiga, al pasar unos días pudimos notar piel colgante en su abdomen y poco después unos bultos en esa zona, ¿cree que sea algo grave?
Hola Ángela. ¿Has acudido al veterinario? Creo que es conveniente que lo revise el veterinario (preferiblemente, el que realizó la extracción) y te confirme si puede suponer alguna complicación. Espero que no sea nada. Un saludo y gracias por comentar 🙂
hola tengo una gata pequeña, y he notado un bulto en el pecho a que se debe?
Hola Yessica, pues podría tratarse fácilmente de un bulto de grasa, aunque en estos casos siempre recomiendo ir al veterinario para que pueda dar un diagnóstico basado en una correcta exploración. Espero que no sea nada. 🙂
Mi gatito tiene dos meses y tiene un bultito en la barriga , es blandito a él ni le duele ni le molesta no noto q crezca ,que puede ser?
Hola Adi, a priori, siendo un gato joven y por las características del bulto, no parece grave, podría tratarse de un bultito de grasa. No obstante, como siempre, ante estos casos es mejor acudir al veterinario, quien podrá hacer una exploración detallada y determinar mejor de qué se trata. Muchas gracias y un saludo 🙂