Presentar un gato a un perro por primera vez puede ser un momento emocionante para todos los miembros de la familia.
Sin embargo, también puede ser un momento estresante (e incluso de riesgo) para nuestras mascotas si no se hace de la manera apropiada.
Para ello es fundamental conocer cómo deben presentarse correctamente los dos animales para lograr una buena convivencia entre ellos desde el principio. Ya lo dicen: «Solo hay una oportunidad para causar una primera buena impresión» 🙂
Aquí te dejo algunos consejos útiles sobre cómo preparar el primer encuentro entre tu gato y tu perro y lograr que sea el inicio de una gran amistad perro-gatuna.
Pero antes de nada, ¿cómo preparar al perro y al gato para su primer encuentro?
Antes de que tu perro y tu gato se conozcan por primera vez, es importante que tengas en cuenta algunas cuestiones para asegurarte de que la presentación sea lo más fácil posible para todos:
- En cuanto a tu gato, debes asegurarte de que está mínimamente familiarizado con los nuevos espacios antes de presentarle a su nuevo compañero perruno, para reducir así las novedades que deberá gestionar y por tanto su posible estrés. Esto hará que esté más tranquilo y receptivo y evitará problemas en el momento de la presentación.
- En cuanto a tu perro, procura que esté tranquilo en el momento de su presentación y que obedece a órdenes básicas, como sentarse y permanecer calmado.
Un consejo para asegurarte de que tanto tu perro como tu gato cumplen con estas recomendaciones es aprovechar para sacar a pasear a tu perro un rato antes del encuentro, de esta forma liberará energía y al mismo tiempo permitirás a tu gato inspeccionar y familiarizarse con su nuevo hogar.
¿Cómo presentar a un perro y a un gato correctamente? (Paso a paso)
Ha llegado el momento de la verdad.
Paso 1: Prepara el entorno
Antes de nada, asegúrate que el lugar en el que vayas a presentar a tus mascotas sea un «territorio neutral», es decir, un lugar que el perro no asocie como propio, por ejemplo, el salón donde acostumbran a estar invitados que vienen a casa.
Además, es recomendable que sea un espacio amplio, con luz natural y posibles escapatorias por si la cosa no fuera del todo bien.
También asegúrate de que la habitación en la que los presentarás esté limpia, sea segura y no haya demasiado ruido o distracciones en el momento de la presentación (como la televisión, personas hablando alto o música con volumen alto). ¡Tus mascotas deberán ser los protagonistas!
Paso 2: Introducción por el olor
Cuando lo tengas todo listo para presentar a tus mascotas, es recomendable que, antes de presentarlos físicamente, les presentes el olor del otro. Esto es algo que nunca haríamos los humanos, pero para los animales, el olor es una carta de presentación muy importante.
Para prepararlos para el encuentro, puedes dar a cada uno ropa o mantas que hayan estado en contacto con el otro. Esto les permitirá conocer el olor de su futuro compañero antes de que se vean cara a cara.
Paso 3: Primer acercamiento
Una vez saben a qué huele el otro, puedes dejar que su aroma se cruce y que huelan el olor del otro a través de una puerta. Esta es una muy buena forma de que los dos animales se conozcan antes de verse cara a cara.
Esto es especialmente importante si el perro es de gran tamaño, porque podría intimidar a tu gato. De esta forma, el gato ya sabe más cosas del perro cuando finalmente lo conozca, y eso le evitará ponerse más nervioso de lo normal.
Además, conocerse a través de una puerta o una valla permitirá al gato tener la libertad de retroceder si lo desea, y evitar sentirse intimidado por el perro. Si tienes la seguridad de que tu perro es lo suficientemente calmado y no a actuar de manera impulsiva, entonces puedes permitirles empezar a interactuar (siempre bajo supervisión).
Paso 4: Cara a cara
Ahora sí, ha llegado el momento. Si has llegado hasta aquí es que tus mascotas están listas para conocerse. Es importante que cuando lo hagas, tu tono y actitud transmitan calma.
Debes tenerlo en cuenta en todo momento, porque a veces tendemos a reaccionar antes de tiempo a cosas que no suponen ningún riesgo. Piensa que se están conociendo.
No obstante, eso no quita que nunca bajes la guardia. Al fin y al cabo, son animales muy distintos que no se conocen y que pueden haber tenido experiencias anteriores que condicionen este encuentro. Dales la seguridad de que tú estás ahí con ellos.
(Si la cosa se pusiera tensa, más adelante te cuento cómo gestionarlo).
Paso 5: Supervisión
Una vez que los animales se han acostumbrado el uno al otro, puedes reducir la supervisión gradualmente para ver cómo evoluciona su relación. Sin embargo, es importante que mantengas una mínima vigilancia durante al menos un par de semanas para asegurarte de que tienen una buena relación, y durante ese tiempo evita dejarlos solos en casa juntos.
Paso 6: Refuerzo positivo
Recompensa con premios y elogios cuando los animales se comporten bien entre ellos, tratándose con respeto y calma. Esto ayudará a reforzar una buena relación entre los dos y a demostrarles que esta es la conducta esperada en el hogar.
¿Qué dificultades nos podemos encontrar a la hora presentar a un perro y a un gato?
Aunque la presentación de tu perro y tu gato puede ser emocionante, también es importante estar preparado para cualquier problema que se pueda presentar durante el proceso y así poder anticiparnos.
Una vez que los animales están cara a cara, es posible que el gato se sienta amenazado por el tamaño y la actitud del perro, que tiende a ser más impulsiva que la del gato.
Los comportamientos más habituales de cada uno son:
- El gato puede mostrar patrones de comportamiento defensivo como un lenguaje corporal erizado, maullidos fuertes o incluso sacar las uñas y tratar de arañar al perro si invade demasiado su espacio.
- El perro puede mostrar comportamientos agresivos como ladridos fuertes, perseguir al gato, atosigarlo o incluso tratar de arrinconarlo.
Si percibes que esto ocurre, es importante que los separes inmediatamente y pruebes de acercarlos cuando estén más relajados. Trata de hacerlo con normalidad, sin que sientan que el otro es una amenaza.
Una vez los dos animales ya se hayan conocido, deberás seguir pendiente, ya que aún no se conocen el uno al otro en profundidad y puede ser que alguno de ellos haga algo que moleste al otro, como invadir su espacio, acercarse demasiado a su comida o zona de descanso, hacerle daño sin querer o incluso sentir celos de la relación que el otro tiene contigo.
¿Durante cuánto tiempo debo supervisarlos?
Es importante supervisar la interacción entre tu perro y tu gato durante al menos dos semanas, asegurándote de que ambos están cómodos y seguros cuando estén juntos.
Una vez que los comportamientos agresivos han desaparecido y que tu perro y tu gato parecen tener una relación buena y estable, entonces puedes dejar que interactúen sin supervisión.
¿Qué hacer si no logro una buena convivencia entre mi perro y mi gato?
- Si a pesar de tus esfuerzos tu perro y tu gato todavía están mostrando comportamientos agresivos el uno con el otro, entonces es recomendable buscar consejo profesional para ayudar a los animales a desarrollar una buena relación. Un etólogo puede darte consejos específicos sobre cómo manejar la situación en la que estás teniendo en cuenta las edades de tus animales, su tamaño o su raza y ayudarte a lograr una convivencia armoniosa entre tu perro y tu gato.
- También puedes probar trucos como usar juguetes interactivos para promover el juego entre ambos o separarlos cuando estén estresados para evitar que se inicien situaciones de conflicto.
- Algunas veces, un cambio en la dieta y el entorno puede ayudar a mejorar su comportamiento.
- Recuerda que una buena convivencia entre tu perro y tu gato requiere tiempo y paciencia. Una buena relación no se forja en dos días, así que ten paciencia y mantén el ánimo bien arriba 🙂
¿Qué ocurre si mi gato actúa de forma agresiva?
Esto es más común de lo que parece. A veces, las primeras interacciones entre gatos y perros pueden ser un poco tensas, ya que ambos tienen diferentes lenguajes de comunicación. Si estás experimentando un comportamiento agresivo de tu gato hacia tu perro durante su primer encuentro, trata de mantener un ambiente tranquilo y pacífico.
Intenta suavizar su temperamento con cariño y trata de enfocarlo en alcanzar un comportamiento calmado con juguetes o caricias. Dale espacio a tu gato para que se adapte y vaya aceptando poco a poco la nueva situación. Y siempre que la cosa se ponga peliaguda, sepáralos y busca un nuevo momento más adelante para presentarlos.
¿Qué pasa si mi perro actúa de forma agresiva?
Si tu perro ha estado actuando agresivamente con el gato recién llegado, lo primero es mantener la calma. Trata de no levantar la voz cuando esté el gato presente o amenazarle, ya que esto solo aumentará su ansiedad y puede desencadenar un comportamiento aún más reactivo.
En estos casos, lo mejor es tratar a ambos animales con paciencia e intentar socializarlos gradualmente para construir una relación adecuada.
No te desesperes. Lo más probable es que terminen llevandose bien. Puede lleguen a jugar juntos o puede que no, pero lo más probable es que lleguen a convivir respetándose el uno al otro.
No obstante, si ves señales de que la situación escala, como gruñidos o ladridos hacia tu gato, se recomienda interrumpir el acercamiento.
En estos casos se recomienda trabajar mucho con los refuerzos positivos (muy poderosos en perros), de forma que el perro asocie a su nuevo compañero como algo bueno. Si premias sus buenos comportamientos con tu gato, pronto lo aceptará e incluso se esforzará por llevarse bien con él.
En resumen:
- Asegúrate de que los animales estén tranquilos antes de la presentación.
- Intenta que los animales tengan un primer contacto a través del olor en lugar de la vista.
- Obsérvalos cuidadosamente durante su primera interacción, para asegurarte de que el comportamiento de los animales es seguro para ambos.
- Si alguno de los dos muestra comportamientos agresivos, sepáralos inmediatamente.
- Asegúrate de que tienen espacios separados donde puedan sentirse seguros y cómodos cuando no estén juntos.
- Supervisa la interacción entre tu perro y tu gato, y no bajes la guardia hasta al menos pasadas un par de semanas, para asegurarte de que tienen una relación con cierta estabilidad.
- Si sientes que uno de tus animales se desestabiliza o si ambos no logran encontrar un equilibrio, solicita ayuda profesional lo antes posible para evitar cualquier conflicto entre ellos o impacto negativo en su salud.
- No olvides que los gatos y los perros son animales muy distintos entre sí, por lo que tendrás que ser paciente mientras se acostumbran el uno al otro. Si necesitas ayuda en el proceso, recuerda consultar con tu veterinario o con un etólogo.
Siguiendo estos consejos puedes tener la seguridad de que has hecho todo lo posible para asegurar una buena convivencia entre tu perro y tu gato desde el principio. Ahora es cuestión de estar pendiente y tratar de acercar posiciones entre tus dos mascotas. El día a día ayudará a que poco a poco se lleven mejor y acaben siendo buenos amigos, o como mínimo, buenos compañeros.